A veces vienen lentas
cautelosas
casi en espionaje de mis angustias.
Otras se instalan como
una visita inesperada
y se quedan a almorzar
mis úlimas tristezas.
A veces no llegan
y ahí es cuando, atribulado,
el corazón corre urgido de encontrarlas.
Pero a veces,
sólo de cuando en cuando,
una pequeña atrevida
quizá inocente
se acerca despacito
y se hace consuelo de las pesadillas.
Con evidente desparpajo, se posa en la mejilla
para darle permiso a la testaruda esperanza...
entonces sólo un signo,
pequeño
dimensionado por la angustia,
y ya ese día de desalojo convoca a nuevas estrellas...
Carlita (2011)....
bueno... tendré que reverlo a través de tus ojos para descubrir tu descubrimiento.....
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