domingo, abril 26, 2015

Del Origen de los Hombres

Dicen algunas mujeres sabias, que antes no habían hombres. Las mujeres, hijas de la Luna y las estrellas, viajaban libres por las selvas, ríos, playas y por cuánto paraje pudiera albergar vida humana.
También cuentan que un día una mujer, comió una fruta y observando su semilla, tuvo una idea. De rodillas, en la tierra húmeda y fresca, hizo algo que nadie había intentado: hundió sus dedos y penetró por ella, la tierra, entre piedritas y pequeños insectos.
Este descubrimiento fue tan placentero, que continuó hundiendo sus dedos, una y otra vez, hasta que intuyó que era el punto justo para dejar caer su semilla. Con las manos y las uñas llenas de tierra, cubrió con suavidad y amor aquel misterio.
El Campo, que dormía un millón de sueños, despertó.
Al principio se sobresaltó cuando sintió las manos que lo surcaban, pero a medida que aquella mujer se hundía en él, quedó profundamente enamorado de aquella que, sin saberlo, lo había cultivado.
Para demostrarle su amor, el Campo nutrió aquella semilla y dio vida, para Ella, en una planta. Un árbol vigoroso que le dio con los años, todos los frutos que necesitó.
La mujer descubrió la Siembra.
Luego, cientos de mujeres comenzaron a surcar la tierra con sus manos y cada vez el Campo, loco de amor, germinaba las semillas que ellas habían sembrado y regado con el sudor compartido de su trabajo, y las ofrendaba con más frutos, más flores y más verdor... sólo para continuar enamorándolas.
Pero con el paso de los años, a pesar de sus actos, el Campo se dio cuenta que crecía su necesidad de tocar a la mujer; que sus ofrendas no alcanzaban para devolver el amor que sentía de Ellas cuando era arado, surcado y colmado de semillas fértiles.
Así que luego de observarlas, tuvo una idea. De las semillas que Ellas sembraran germinaría no una planta, sino un ser hecho de la tierra y a semejanza de Ellas, con la capacidad de sembrar la vida, así como lo habían hecho en él.
Así surgió la agricultura, de las mujeres que amaron la tierra.
Y así surgieron los hombres, del Campo que se hizo humano para poder amarlas.
Y fue así también como la Luna y la Tierra, quedaron por siempre emparentadas.

26/04/2015

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